Ya no se puede ignorar les trabajadores del sexo! En Canada, como en varios lugares, las políticas sobre la criminalidad continuan a afectar bajo la supuesta salvación de victimas del trafico humano y poner fin a la explotación sexual. A cada vez más lejos del objetivo, estas políticas aumenta la violencia hacia las TDS. Por defendernos contra esta represión, nos organizamos por el mundo para exigir la descriminalización del trabajo y, a la vez, por un estatus de trabajadora para acceder a derechos laborales y programas sociales. Adelantamos que no es nuestras actividades (intercambio de servicios sexuales) que nos exponen a la violencia, más bien son las leyes represivas vigilando nuestro ambiente laboral.
En Canada, la Ley de protección para las colectividades y las personas victimas de explotación prohibe de promover servicios sexuales de otra persona, recibir servicios sexuales o aprovechar materialmente del trabajo del sexo. Este modelo legislativo, reivindicado por varios grupos feministas en contra de la prostitución, pretenden eliminar la demanda criminalizando clientes y tercio constituyente para eliminar la industria del sexo. En realidad, desde su adopción en 2014, la ley aumento la precariedad y la violencia. Somete las personas en la industria en víctimas y criminales, normalizando un estado de violencia en vez de confrontarlo.
Estas legislaciones atizan condiciones peligrosas, por ejemplo, la criminalización favoriza condiciones para la explotación y disminuyen nuestras condiciones de trabajo bajo las normas establecidas. Esto aumenta nuestras preocupaciones por nuestro sueldo hasta la imposibilidad de denunciar legalmente clientes, empleadores y fuerzas del orden. Para las que trabajan de manera independiente, la criminalización es un problema por que los clientes temen revelar su verdadera identidad. Esto es mas difícil identificar personas peligrosas para las TDS y resulto en asesinatos de varias colegas. Para las TDS trabajando en las calles, es prohibido solicitar cerca de parques, escuelas o nidos causando trabajar en lugares sin luz adecuada, en la obscuridad, poniéndolas a riesgo de violencia. Las TDS migrantes arriesgan estar detenidas en cárceles y deportadas sin importar que trabajen en lugares registradas, como en salones de masajes o clubs de strip-tease. Están sometidas a vigilancia por la disposiciones de las leyes sobre la inmigración ademas de la leyes sobre la industria del sexo.
El gobierno Liberal actual falto de revaluar los efectos de la ley sobre la protección de las colectividades y personas victimas de explotación tras su adopción (2014). Hay veinte años de resultados sobre la descriminalización en Nueva Zelandia, desde entonces tienen recurso contra la violencia y medidas de seguridad en sus empleos. Mientras tanto el gobierno federal de acá sigue flojo, ignorando sus responsabilidades y escondiendo datos. Ya tiempo no tenemos!
Se tiene que cancelar la Ley sobre la protección de las colectividades y personas victimas de explotación y descriminalizar el trabajo del sexo ya!
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